top of page

Comencé a trabajar en Investigaciones adornianas en el año 2013, con el horizonte de construir una suerte de mundo en miniatura de la diversidad de las poéticas contemporáneas. En ese momento inicié un proceso de dibujo, uno de pintura, uno de fotografía y uno de videoperformance. En el año 2014 agregué procesos cuyos lenguajes eran intervenciones, performances y esculturas-construcciones. En el año 2015 trabajé con libros de artistas, situaciones y video-documental. En el año 2016 con objetos de consumo, ensamblajes, reproducciones e instalaciones. Entre 2017-2018 trabajé con un proceso comunitario en el espacio público y con un archivo de historia. Hoy el conjunto del trabajo está en su etapa de madurez, esto significa que ha engendrado su propia ley de despliegue, que ha conquistado autonomía respecto de mis intenciones, y ahora es el trabajo quien me mira y me exige el comportamiento a seguir. En esta transición hacia mi falta de libertad, todos los soportes y lenguajes que ya exploré han quedado prohibidos por la lógica interna del propio trabajo. “¡Necesito otra cosa!” grita Investigaciones adornianas. Mi propio trabajo me ha expulsado fuera de él y me ha obligado a hacer una de las cosas más difícil de hacer: nada. La reorganización de todo el material producido para exhibirlo on-line me mostró que cada parte lleva algo de las otras, los lenguajes están entrelazados en el mundo off-line. La pintura guiña a las imágenes digitales y a los conceptos, los vídeos se volvieron objetos, y cada obra tiene algo de instalación y algo de archivo. El cambalache ha llegado: "la laboriosidad del caos plaga". La estrategia común de producción a todos estos frentes de trabajo ha sido lo que llamo “estetofagia”, es decir, la copia de otras obras de arte. Cada copia implica un primer momento de desmontaje analítico del objeto copiado, donde se desata un aspecto cognitivo de la mímesis. Y un segundo momento de reconstrucción material donde se filtra la “distancia histórica”, las condiciones materiales de mi producción que transforman la copia en una refracción, en una traducción, en una traición. El criterio con el que selecciono nuevas piezas y modos de producción es el de la diferencia, esto es, que cada ingreso tiene que sumar ruido y caos en el conjunto de Investigaciones adornianas. Así, la acumulación de procesos dispares, simultáneos y de igual peso comienza a configurar una imagen segunda y en miniatura del estado del arte actual.

bottom of page